El contrario de uno. Por Maite Diloy

El contrario de uno

Veneraba aquellos dedos agrietados, rojos, doloridos, no se lo creyó nunca. Si hubiera sido la lepra se la habría lamido para pegármela a la lengua, si hubiera sido la muerte la habría deseado. Menos que eso, el amor no es nada.

Hablar de la prosa de Erri de Luca no es fácil. El dos es el contrario de uno. La experiencia personal que se masca en las letras nos lleva a un mundo nacido del vínculo a la montaña, de las carreras frente al policía hace años, el dolor en África, el amor deseado.

Al leerlo te impresiona, sus frases, sus imágenes, la forma de describir un mundo que se antoja ya pasado. Y un poso de soledad queda, no sé explicarles exactamente el por qué pero la soledad te atenaza al leer sobre sus andanzas en las montañas incluso cuando nos narra las carreras ante los guardias. La sensación de que ya no es. El contrario de uno que son los dos que habitan en un solo cuerpo. Lo que somos y lo que fuimos golpeados por frases magníficas, por imágenes que nos llenan la retina. Relatos de lo que fue. Relatos que dejan ese poso de vida pasada, de reflexiones hechas a lo largo de los años. Retazos, retales. Y la sensación sobre todo de leer algo que queda, el poso que permanece en la memoria. Porque muchas veces no es lo que nos cuentan sino el cómo y por eso hay que leer a Erri de Luca porque nos cuenta sus vivencias de un modo magistral. Dejando una reflexión tras cada relato, dejando un poso permanente en la memoria, permaneciendo en el interior como el agua que cala la tierra despacio. Hay que leer a Erri de Luca para experimentar esas sensaciones, para dejar que sus letras se claven dentro, para masticar sus palabras lentamente y saborearlas como caldo de pollo cuando estás convaleciente de unas fiebres. Buscar dentro de sus letras el reconstituyente, el revitalizante, dejarse empapar por el contrario de uno que es dos. Descubrir que tampoco somos solo uno, que somos varios que habitan en una piel. Y disfrutar, sobre todo. Leer para disfrutar y recordar sus vivencias. Pensar en salir a la montaña y vincularnos con la naturaleza, pensar en correr delante de la policía y vestir falda azul.

Lean, lean… seguro que no les deja indiferente.

 

Maite Diloy (Brisne)
Colaboradora de Canal Literatura en la sección “Brisne Entre Libros
Blog de la autora

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