A mi madre. Por Juan A Galisteo Luque

A mi madre

 

A mi madre

 

Recuerdo sus manos que al viento se abrían
dando generosas calor y esperanza,
unas manos buenas que nada pedían
y que con firmeza todo lo entregaban.
Añoro esos años de niñez, tan bellos,
años de vivencias, de ilusión, de infancia,
ese gran regalo de amor, que del cielo,
cruza la inocencia invadiendo el alma.
Si una madre es todo porque da la vida,
también es refugio, consuelo, añoranza,
por eso, el cariño de madre culmina
y es un don divino de paz y de calma.
Ante tu recuerdo, hoy desde la ausencia,
descubro en silencio lleno de nostalgia,
tu semblante vivo de amor y presencia,
contrario al olvido, frente a la distancia.
Sumido en el tiempo que oculta la vida,
también el cariño se extingue y se apaga,
sin embargo el tuyo, madre, no se olvida,
siempre hay primaveras, flores y fragancia.
Recuerdo esas manos que al viento se abrían
dando generosas amor y esperanza,
eran manos tiernas que nada exigían
y que con nobleza todo lo entregaban.

——

 

 

Juan A Galisteo Luque
Blog del autor
Del libro: Café Boulevard.
Derechos registrados

2 comentarios:

  1. Me ha emocionado este poema y es verdad que el cariño de una madre es algo que no se olvida. Muy bello Juan Antonio. Gracias

  2. Muchas gracias Salomé, por compartir conmigo ese sentimiento materno. Te envío un abrazo. Juan Antonio.

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