Esta tarde presento mis Poemas desde mi ombligo en Linares. Sólo comentaré que lo que más feliz me hace es ser profeta en mi tierra, eso es el doble que serlo fuera. Eso es lo que te da la fuerza para seguir pariendo versos y besos sin parar.
Y este poema lo leeré esta noche, me gusta porque tiene una cadencia tierna y cuando lo leo, me nace una voz de niña con trenzas.
Adoro tu mentira
sincera y
adoro,
(sin remedio)
tu voz desafiando
mi lengua.
—Tan besada,
tan buscada…—.
Adoro que me digas
que no es justo
que me vaya
a llamar por
teléfono cuando
es tarde,
cuando reposo aún
en la esencia
—tan fresca—
de tu piel.
Pero lo que más
adoro,
lo que más
me revuelve
los huesos
y el corazón,
es que me sigas
pidiendo
(a deshoras,
mi amor,
cuando menos lo
espero)
que me
case contigo.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Blog de la autora