He robado una cabeza.
No es de nadie.
Os lo juro.
Me la he encontrado en la playa. Estaba casi enterrada, cubierta por tierra y odio marino.
No era rubia y,
como me miraba,
sin que nadie me viera,
la he desenterrado…
Cuando robo cabezas, siempre examino sus fascias cervicales (la media, que es la chivata de todas las vísceras del cuello).
Esta me ha sorprendido.
Nunca había visto una tráquea con tantas frases y palabras atragantadas…
Creo que la cabeza huyó de su cuerpo por eso mismo: de tanto tragarse cosas, llegó un día en el que no le cabían más y reventó.
Estoy casi segura.
Por esto llevo días uniendo todas esas frases que he ido sacando del esófago y de las glándulas tiroideas.
Frases como:
jodido de mierda, no me hables así que te parto la cara.
o: estoy harta de que nadie me ayude a fregar los platos
o esta que me hizo recomponerla mil veces hasta que descubrí que se refería al momento de la explosión:
cuando termine de hablar contigo, mi vida cambiará.
Así que hoy, que termina el año y empieza el diez, me he quitado mi cabeza y me he puesto la nueva.
La que no es rubia.
Ya está limpia y
no tiene tierra.
Todas las venas
le brillan y
la he peinado
con dos trenzas.
Pero aviso:
si en el año nuevo
me pisas el
corazón y
por fin
te
grito,
no es que haya
cambiado
sino que tengo
una cabezanueva.
Yolanda Sáez de Tejada
Blog de la autora
Una amiga me recomendó ayer un vídeo de Black Eyed Peas rodado en Chicago y colgado en You Tube, y es tan especial como tu poema. En ese video lo extraordinario es cómo una espectadora en primera fila inicia un baile entre una multitud estática y poco a poco todos se van uniendo con una sincronización casi perfecta.
No es un raro milagro, sino fruto de un esfuerzo laborioso (como el tuyo), de una coreografía enseñada a través de Internet vía redes sociales de las que no me quiero acordar 😛
En cierto modo eres como esa bailarina solitaria y llena de energía que contagia a los demás con su fuerza y aunque no sea tu propósito ni seguramente logres que se arranquen la cabeza todos los que lo necesitan, consigues entregar a través de tus letras un raro y precioso bálsamo más que reconfortante.
Un poema genial; por la parte que me toca, gracias 🙂
bueno, este comentario me ha dejado sin palabras pero quiero agradecerlo porque está lleno de datos que se me han agolpado en el cerebro y han abierto mis sentidos hasta hacerme
flotar. El caso es que todo esto que escribo, siempre lo visualizo, quizás es lo que notes.
Gracias de nuevo y todo un honor tus palabras. Las guardaré en mi corazón.