El camino de la vida suele tener un árido y difícil transitar
solo está en nuestra fuerza decidir cómo deambular
los sinuosos senderos y barrancos que nos depara el destino
ignorando como hacerlo, pero es obligado su recorrido.
Elegimos distintas opciones de enfrentar la travesía
si fracasamos o tropezamos, resurgimos a la avería
en el momento adecuado llegará la esperada compañía
que nos extienda su mano y nos oriente la salida.
Siempre el recorrido es más agradable si tenemos compañía
la soledad no es buena amiga para el trayecto de la vida
compartir y discutir las opciones, es parte de la travesía
para no caer en el barranco y que se nos derrumbe la vida.
Muchos caminos se nos ofrecen, dudaremos por cual optar
pronunciados recodos encontraremos hasta llegar a la verdad
pero afianzando los sentimientos y evitando la soledad
quizá lleguemos al puerto anhelado… que se llama felicidad
Mirtha Rodríguez
Argentina
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