Castigo. Por Marcelo Galliano

Castigo

Yo sé que fui el peor, lo sé y lo admito,
de ti no merecí ni la mirada,
lo que me diste a pura bocanada,
no lo pagué ni en verso mal escrito.

Tuve en un metro todo el infinito:
tu parcela de carne enamorada,
tus labios en mi piel semirrasgada,
tu maldición de corazón bendito.

Todo lo cercené con mano fría,
lo fui manchando con la sangre mía,
con el desprecio cruel, y ahora yo temo

morir así, sin rasgos de tu sombra,
con esta boca herida que te nombra,
sin nadie que me alcance un crisantemo.

 

Castigo

 

Marcelo Galliano

Argentina.

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