Cuando llegaste. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Yolanda Saénz de Tejada

Cuando llegaste, 

olías a gritos y

a flores

cansadas,

a desiertos

de angustia y

a raíces

clamando

silencio.

Eras

el guerrero

de sangre

seca

que codiciaba

la conquista

de Jerusalem.

 

Ahora,

mi amor,

hueles

a saliva

de hierbabuena y

a caricias de

amapola;

a sexo recién

nacido

y a césped

recién

cortado.

 

(Por eso

me gusta

tanto

dormir

sobre ti.)

 

 

Yolanda Sáenz de Tejada Foto:Joaquín Zamora

 

Tacones de Azucar - Yolanda Saénz de TejadaYolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azúcar»

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