De noches y de flores. Por Elena Marqués.

Dulce flor de la noche

que viertes de jazmines

el valle de mi espalda,

que asperjas la semilla

inútil del deseo

y envidias la madura

quietud de lo remoto.

Amante desbocado,

acaríciame y viérteme

el beso repentino

del resol de tus párpados

y recorre de sombras

mis piernas primitivas

(mis labios y tus dedos en un duelo de pájaros).

 

La lluvia es una anécdota

tras el cristal opaco.

 

Tu cuerpo me responde

como una caracola,

un tráfago de barcos

despeñado entre espigas.

Tendida sobre el lecho

la espera es un regalo,

la tantálica oferta

de tu lengua de espuma,

y la voz y el jadeo

y el cuello pensativo.

El bullir de la sangre

se desborda y se agita

y, entre fuego y batalla,

la pausa huele a fruta,

a la flor deshojada

que conserva su esencia,

la brasa y la ceniza

que el otoño remueve.

En el lecho los cuerpos

no saben del mañana,

no conocen la prisa

porque el tiempo es eterno.

Un látigo de luz

sobre el temblor de sábanas

te recuerda caricias

que nunca pronunciaste.

Es el momento ahora

de nadar al origen

y, en trágica agonía

de otras noches en vela,

consumir al asalto

los jugos de tu boca,

arrebatarte el cielo

que tanto me prometes.

 

Elena Marqués

Dama Literatura 2013

II Premio en el IV Certamen Internacional de Poesía Yolanda Sáenz de Tejada.

noches-flores-MLN

5 comentarios:

  1. Bellos heptasílabos Elena, te felicito.

  2. ¡Guau! Magnífico, Elena. Enhorabuena por el premio pero, sobre todo, por el poema.

  3. Muchas gracias a los dos. Me hace ilusión que me leáis. Y, por supuesto, que os guste.
    Besos.

  4. Manuel de Mágina

    Estoy contigo, Thomas, pero yo añadiría algún adjetivo más cotundente. «…arrebatarte el cielo/que tanto me prometes». Ese cierre lo convierte en antológico.

  5. ¡Qué maravilla, Elena! este poema es pura música. Felicidades, dulce Poetisa.

    Un abrazo.

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