Delicadas, ardientes nuestras almas se buscan
Ahora me gusta mirarte así,
de cerca
y a los ojos
sin preguntar
temblando de amor
entre tus labios
mientras contamos
pétalo a pétalo
lo eterno.
Nuestras almas únicas
tienen un mundo, miles de hojas
y un libro en blanco.
Extraordinario destino
siempre, siempre
buscándose.

Mónica López Bordón