Dímelo. Por Yolanda Sáenz de Tejada

Ángel de mi guarda, dulce compañía,
no me dejes sola ni de noche ni de día…
(ORACIÓN)
 
 

Dime si

me vas a llevar

contigo

a la tierra de

nunca jamás

o si me abrazarás

cada día

al volver

de la vida.

Asegúrame,

también,

que me apretarás

la mano

para cruzar

mi tristeza y

la calle

(aunque tu

jefe nos

mire).

 

Grítame

que me besarás

(con lengua,

por favor)

los días que

no son mi

cumpleaños y

que me levantarás

la falda

mientras cocino

gemidos para

ti.

 

No me prometas

nada

(odio las promesas,

terminan pudriéndolo

todo);

tú solo

dímelo y

si tus

ojos

me recitan

la verdad,

te amaré como

solo una niña

sabe hacer:

desde

la

tierra

al

cielo.

 

Yolanda Sáenz de TejadaYolanda Sáenz de Tejada

Tacones de Azucar - Yolanda Saénz de TejadaColaboradora de esta web en la sección

«Tacones de azúcar»

Blog de la autora


 
 Diario de un desembarco
 

 

 

 

 

De Diario de un desembarco, en Huerga y Fierro

 

 

2 comentarios:

  1. Qué bien dibujas esa femineidad que aletea entre la sensualidad y la niña; entre la fuerza y la fragilidad…
    Me encantas Yolanda!

    • Amelia, a mí me encanta que expliques tan bien lo que quiero transmitir 🙂 . Gracias infinitas por leerme así de generosa y por tus palabras.

      Un abrazo enorme.

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