A veces, lo más hermoso no es que alguien deje todo y venga corriendo a buscarte o que atraviese kilómetros para abrazarte. A veces, lo más hermoso está tan cerca que cuando ocurre, no podemos dejar de saborearlo (si se nos escapa, seremos más pobres).
Además, digo yo: ¿la vida no son esas pequeñas cosas tiernas que nos pasan mientras esperamos a que nos pase algo grande?
Por eso hoy, un lunes de sol, quería colgar este poema que habla del amor cotidiano, ese que llena de helio el globo de un amor.
Este es un poemadeclaración.
dormircontigo
Me gusta que
me recojas en
la puerta de
nuestra casa
(como cuando
éramos muy
novios,
muy jóvenes y
muy adultos).
Y me gusta,
también,
que me beses
a traición,
atravesando con
tus lengua
mi desvergüenza y
mi calor.
Me encanta que
me susurres,
en mitad de
una reunión de
amigos,
que soy la
que más
te gusta y
que te asomes
a mi escote;
a escondidas pero
delante de
todos.
Pero una de
las cosas que más
me ha gustado
últimamente,
es cuando aquel
chico te ha
preguntado si
duermes bien y
tú le has
contestado
sonriendo:
al lado de esta,
es muy difícil
dormir.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Blog de la autora
De cosas pequeñas y detalles nimios se fragua la vida y esos
detalles nos traen el recuerdo de forma insospechada de los que amamos en cualquier gesto.
Muy bonito Yolanda.
Besossss
La vida (el amor) como es… Sensacional. Cuando uno sabe el valor de esas pequenas cosas, la llama del amor nunca se apaga. Me ha encantado leerte.
IBEN XAVIER
Gracias, brujilla… tú eres muy de detalles pequeños.