Me duelen tus fracasos y tus manos,
tu mirada de pobre, tu vacío,
tu tragedia impalpable, tu negrura,
tu sordo sacrificio, tu sorpresa.
Me duelen tus palabras derramadas,
tu queja, tu vestido desatado,
tu lecho de cartón, tu sueño roto,
tu brindis de mareas y de algas.
Me duelen tus tristezas y tu miedo,
tu eterna soledad, tu lengua muda,
tu vértigo de hambre, tu plegaria,
tu paso sin retorno en el desierto.
Me dueles tú y tu amor desencajado
de nuevo Cristo muerto para siempre.
Elena Marqués
Dama Literatura 2013