El tú, tú de mis tardes. Por Mari Cruz Agüera

Me invitaste a bailar (y yo descalza).
Salimos, ya no sé ni por qué puerta,
dando pasos de ciego.
“Tú déjate llevar, verás que fácil”.
Y sin coreografía, sin ensayos,
dibujamos un vals sobre la vida
–alegre vals de locos y felices–.
No parar de reír pisando piedras,
de puntillas al sol burlar la muerte
y no temer a tanta cuerda floja.
Yo no sé en qué momento
decidiste soltarme de la mano.
Te fuiste y me dejaste dando tumbos
(una peonza huérfana de hilo).
Hoy soy la bailarina de la caja
a la que diste cuerda para un rato
y aún gira en la corteza de tu ausencia
desgastando su danza sin sentido.

Mari Cruz Agüera
Blog de la autora

Vídeo recitado del poema.

Un comentario:

  1. yolanda Sáenz de Tejada Vázquez

    precioso, visual y tierno. Me encanta.

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