En ese instante
Cuando llegue tan triste la partida
como un gorrión enfermo hasta tu puerta,
recuerda al que te tuvo siempre alerta
diciéndote «mujer, eres mi vida».
Cuando caiga la tarde, anochecida,
y en tu ventana haya una luna incierta,
no olvides quien te amó con mano abierta
y el alma siempre…, siempre dolorida.
Ten presente ese día en el que todo
se desvanezca frágil de algún modo
a aquel que te esperó vano y silente.
En ese instante en que verás perdido
quien te escribe estos versos, malherido,
como una sombra más entre la gente.
Marcelo Galliano
Argentina
Es que Marcelo, con lo fácil que parece rimar el desamor y lo díficíl que es hacerlo. Y usted, como el respirar …
Un abrazo.