Dedicado a Yolanda Saénz
Fabula con los versos imposibles estrofas,
enreda con el ritmo el argumento,
se desliza suave entre las rosas y agarra las espinas.
Nos va dando una de cal y otra de arena,
repasos de brochazos y plumeros
y hunde el bisturí en las comisuras
de silencios que andan por ahí buscando hueco
para hacerse eco y certidumbre.
Va llamando a las cosas por su nombre
y a pellizcos y a bofetadas de hambre
se abre paso sobre el papel ansioso
que tiembla con su carga.
Los ojos se deslizan bebiéndoselo todo.
A veces es amarga la sonrisa
y a veces son puñales los sonrojos
que se asoman incrédulos al filo de los versos.
Nada cae al vacío. Todo se queda quieto
nadando en la superficie de los poros.
Solo hay que apretar ligeramente
y de la nada va naciendo el amor
y otro sentimientos menos dulces.
Ella primero te dará el azúcar
y después te clavará sin miramientos los tacones.
-No te defiendas nunca cuando ataca-
María Dolores Almeyda
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