Es bellamente intrigante la incomparable relación
que logran entrañablemente y plena de fascinación
con solo cruzar sus miradas con profunda atención
un animal con su amo… se entienden a la perfección.
Sin hablar el mismo idioma, logran expresa comunicación
con movimientos, miradas o en su mutua expresión
para iniciar una tarea, una larga caminata y sus silencios de dos
y disfrutar la grata compañía de la relación que se formó.
Fieles y obedientes en la confianza que se ofrecieron mutuamente
lo que más los acerca, es pensar con firmeza al mirarse de frente
el hombre le demanda tareas, obediencia al animal
él le responde aprendiendo, ofreciendo lo que sabe expresar.
Es bellamente fascinante, detenerse a observar la tarea
la rutina que ejercen en el aprendizaje que manifiestan
es obediencia por cariño, por gratitud en el gentil manejo
que comienza desde muy pequeño, y se prolonga en el tiempo.
Autora : Mirtha Rodriguez
Argentina
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