Final anunciado.
Mejor así: los dos nos olvidamos
dejamos de sabernos, de tratarnos,
y elegimos no hablarnos ni llorarnos.
Sin nada que esperar: nada esperamos.
Todo lo que nos dimos: no nos damos,
dejamos de pecar por no pecarnos,
gastamos nuestra voz por no llamarnos,
y, hartos ya de entregar, nos entregamos.
Mejor así: bendito el alto el fuego,
no se te ocurra reanudar el juego,
¡que se enciendan las luces de la sala!
La película es vieja y conocida:
un hombre… una mujer… la consabida
historia que la prensa juzga mala.
Marcelo Galliano
Argentina