La cajita de plata. Por More

En lo más alto de casa
y en un lugar destacado
en el centro de la estancia
convertida ahora en un templo
que fuera tu habitación
hay una bolsa naranja
y una cajita de plata
guarda, esa bolsa naranja
cerrada por un lacito
como una declaración,
guarda, entre otras alhajas,
esa cajita de plata
tu amor y tu corazón…
y el mío, guarda la caja
que cuando salgo de casa
mi corazón guardo en ella
y con mimo pongo el tuyo
en el centro de mi pecho
para que mande a mi boca
pintarse de la sonrisa
que me robó la razón
ya mis sentidos no escuchan
los mandatos del cerebro
y cuando lloro es tu llanto
y cuando beso es tu boca
y cuando abrazo… en mi pecho
tu corazón se desborda!
¡Ay! !Cuánto amor te cabía,
aún con el cuerpo quebrado,
tus besos para María
para un Ángel, sin pecado,
lágrimas desaladas
que cuando yo las bebía
dulce de leche bebía
desde tu miel destilado
En esa cajita guardo
las lágrimas y los besos
y el escrito que al dictado
tomé de tus labios secos
los últimos días de julio
qué días tan fríos aquellos
aquel verano en invierno
cuando tus labios de fresa
me dieron su último beso
que guardo en esa cajita
de la bolsita naranja
que guardo en tu habitación
en lo más alto de la casa
donde cada noche guardo
junto al mío, tu corazón
en la cajita de plata.

More

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *