LA MONTAÑA
Inmóvil solidez de la montaña,
casi sentimos el olor a cielo
con su embriaguez de luna, su desvelo
y el legendario viento que la baña.
Altura montaraz de la maraña,
perfecta anatomía, del modelo
que palpita, quizás, como un abuelo
que abraza mundos y nos acompaña.
Si detienes tus pasos en sus piedras
sentirás la raíz de antiguas vidas,
sus cantos, sus clamores y sus sueños…
Hallarás el vestigio de otras hiedras,
el eco de las lluvias, sus heridas;
y el fuego del amor en sus diseños.
Betty Badaui