Noche de ensoñación, noche de anhelos,
hoy llegarás hasta mi hogar sombrío,
y habrán valido todos los desvelos
y lo lejano al fin ya será mío.
Noche de exaltación, noche de vuelos,
hoy anclarás en mi lugar vacío
y morirán en ti mis desconsuelos
como a la mar van a morir los ríos.
Será todo “presente” y “mientras tanto”,
ya habrá un mañana donde vuelva el llanto
(el que por un instante se ha perdido),
donde otra vez retornará la ausencia
como la estela gris de tu presencia,
y vuelva a darme cuenta que te has ido.
Marcelo Galliano
Argentina