Con las manos vacías una oscura mañana me encontré
vacías de tu presencia, vacías del contacto de tu piel
húmedas de llanto de una ausencia dolorosa de entender
te marchaste tras un nuevo sueño, olvidando mi querer.
Un nuevo amor que te ofrece un camino desconocido
que te guiará hacia tu felicidad o quizá hacia un olvido
que puede llevar tu inocente ilusión hacia una indiferencia
si otro ser que le atraiga más que tú, se cruza en su senda.
Mis manos tiemblan vacías, buscando un rumbo para seguir
intentando olvidar por momentos, que a tu lado fui feliz
con el alma sumida en la confianza que deposité en ti
me atormenta imaginar, que por tu decisión puedas sufrir.
La tristeza que me embarga, añorando tu presencia
conmueve mi corazón y me guía hacia una certeza
si tu decisión solo fue, una tibia ilusión pasajera
la tibieza de mi cuerpo y mis manos vacías… te esperan.
Mirtha Rodríguez
Argentina
Derechos reservados por la autora