Siempre
le puse nombre
a las cosas.
Al coche,
al ordenador,
a los insectos,
a mi máquina de coser…
Nombrando las cosas,
las invitamos a vivir.
Ahora los anoto
(los nombres)
y los guardo
en un apartado
que se llama:
untrocitodemí.
Dentro hay muchos.
Hay por ejemplo uno
que me encanta:
Corazónsuburbio.
Así, todo juntito,
para que las palabras
se restrieguen unas
con otras.
Se mezclen, se amen,
se toquen los sexos
sin vocales;
se empalmen,
se vuelvan
grandes…
Pero al final
siempre me falta uno:
el tuyo.
Aún no me
he atrevido
a nombrarte.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Blog de la autora
Yolanda, son tus poemas tan directos y expontáneos, que a veces, hasta las palabras que pudieran ser algo pudorosas, como por ejemplo el sexo, son de lo más naturales. Me gusta el estilo en que lo expresas, porque lo antepones de frente y con un patrón sencillo y claro. También la forma, porque es inédita, propiamente tuya, como también tu gesto de denuncia ante las situaciones injustas de la vida. Los últimos 6 versos de este poema son sinceros y dicen mucho. Saludos, Juan Antonio.
No has podido explicarlo mejor Galeote, tienes una sensibilidad especial para los poemas sean del estilo que sean y eso es privilegio de un gran poeta como tú.
Un abrazo
Juan Antonio, gracias por estas frases que explican como ves mi poesía y como la vives. A veces digo que tengo el gran defecto de la sinceridad y he encontrado en la poesía la mejor forma de expresión. Gracias por leerme y sentir y, sobre todo, entender desde tus vértebras lo que cuento…
Bruja piruja, gracias por contestar, estoy de promo y voy un poco de liaílla… pero ya ves, aquí estoy.