Mi vida es como un río que fluye hacia tu boca
es como un viento cálido que repite tu nombre;
mi vida es una fiesta que a gozar me convoca
porque me siento un hombre.
Mi vida es una brújula que señala tus ojos
un imán que me lleva hacia tiempos felices;
mi vida es tierra fértil sin piedra y sin abrojos
donde echo mis raíces.
Mi vida sabe a versos, a silencio y miradas,
a tardes confortables, a noches sin bombillas;
mi vida no termina con lágrimas ahogadas,
con húmedas mejillas.
Mi vida tú la mueves, la conduces, la guías
la llenas de esperanza, de horizontes, de metas;
mi vida junto a ti son dos manos vacías,
son dos manos repletas.
© Juan Ballester
Siempre es un placer leer tus versos. Tus «dos manos repletas» llenan las nuestras con más ganas de poesía.
Gracias, Juan.