Poema para recordar un día de abril. Por Juan Ballester

Noviembre

 

Se me clavó en la mente tu mirada
mientras las golondrinas, con su vuelo,
pintaban travesuras en el cielo
de la mañana inmensa y soleada.

No pude resistirlo, fue una espada
que me causó nostalgia y desconsuelo,
tu mirada brillando entre tu pelo,
que me lo daba todo, o tal vez nada.

Yo no sé qué diablo, o qué querube
nos llevó hasta aquel parque, a aquel estado,
ni qué sucedió allí, qué es lo que tuve.

Sólo sé que mi alma abrió el candado
y que me vi flotando en una nube
herido ya de amor, ya envenenado.

 

© Juan Ballester

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