Lágrimas. Por Anna Genovés

 

1 C. L
Hola amigos y colaboradores de Canal Literatura. He mirado las últimas publicaciones y, he pensado en este poema cargado de sentimientos… Además, tiene el plus de una entradilla de Anaïs Nin. Un abrazo y, ¡Feliz semana!

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… Y June, que me ama ciegamente, busca también mi destrucción. Mis páginas sobre ella, que son una obra de arte, no la satisfacen. Ignora su fuerza y su belleza y repite la queja de todo lo que digo. Pero en ningún momento me dejo confundir. Con independencia de June, conozco el valor exacto de esas páginas.

Mi obra, pues, en primer lugar. Tambaleante mi poder como artista, ¿qué otro poder me queda? Mi estímulo natural, mi vitalidad, mi verdadera imaginación, mi salud, mi vida creativa. ¿Y qué hará June con ellas? Drogarlas. June me ofrece muerte y destrucción. June me hechiza —habla con su rostro, sus caricias, me seduce, usa el amor que siento por ella para la destrucción—. Una muerte por partida doble. La frescura de mi cuerpo ha de destruirse para que mi cuerpo sea como el suyo. Dice: «Tu cuerpo es tan fresco y el mío tan estropeado». Y así, ciega, sin nada reprochable, inocente, matará mi frescura, lo intacto que ella ama. Matará todo cuanto ama.

¿De dónde viene este conocimiento oscuro? Del humo, de la locura, del champagne, de la intoxicación de las caricias, de los besos y de la exaltación. Estamos en el Poisson d’Or, tocándonos las rodillas, ebrias la una de la otra; y June está embriagada de sí misma. Le ha dicho a Henry que no es nadie, que ha fracasado en su intento de ser un dios y un Dostoyevski, que es ella quien sí es un dios, su propio dios. Así se realiza el milagro. El engaño. Henry está muerto. June ha vuelto a ser aniquiladora. «Henry», dice ella, «es un niño». Pero yo protesto y le digo que creo en Henry como artista y luego confieso que lo amo como hombre. Convertido de nuevo en un dios. Nadie, salvo un dios —dice ella—, puede ser amado por ella o por mí. Por lo tanto, Henry sería un dios. Y ella, en la inocencia de su enorme egoísmo, me pregunta: «¿Tienes celos de Henry?».

Dios, ¿yo celosa del amor de Henry por June o del amor de June por Henry?

Es entonces cuando me siento fluida, disuelta, fuyante. Y huyo de la tortura que me espera como un gigantesco exprimidor de sangre que oprimiera mi carne entre June y Henry. Escapo haciendo un esfuerzo sobrehumano para librarme de la destrucción y la locura. Quedo presa por un momento. June advierte en mis ojos el infinito dolor. He hecho a ambos mi gran ofrenda. Entrego el uno al otro, dando a cada uno la más bella imagen de ellos mismos. Soy únicamente la reveladora, la armonizadora. Y cuando vuelven a encontrarse, a ella le doy un Dostoyevski y a él una June creativa. Yo sólo quedo aniquilada humanamente. Ambos me han amado…

Extracto de Incesto, diario amoroso

Anaïs Nin

2 C. L

 

Lágrimas

No sé nada,

mi mundo se derrumba

y me quedo sin palabras,

cada mañana que despierto

la juventud se marcha

y la mente se relaja;

mi cuerpo,

exento de sentimientos,

corroe el alma,

el fuego se hizo hielo

y el cielo se hizo llaga,

la soledad me invade

y la ausencia me reclama,

y la tierra, ciénaga,

la alegría se marcha

de mi vida

y cuanto anhelo

se disipa en la alborada.

No le temo a la muerte,

que sí, a la calma,

a mirarme

y no reconocerme,

cuando mis ojos se agrieten

y pierdan su llama,

cuando las pupilas

olviden el anhelo de verte

y retenerte en la mirada,

cuando mi rostro ajado

represente la nada.

Hoy te he visto

y el corazón siguió su pausa,

hoy te he visto

y sólo he visto un rostro,

hoy te he visto

y no he buscado tus ojos.

Hoy te he visto

y no he visto nada.

Lágrimas.

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©Anna Genovés

22/06/2012

Propiedad Intelectual V-488-14

Imagen tomada de la red

Adele – Set fire to the rain (subtitulado)

 

 

anna

Valenciana de nacimiento y ecuménica de pensamiento. Tengo alma de poeta y mi corazón está tuerto. Funambulista de la vida, mis ojos ha visto innumerables historias y mis dedos han tecleado todo tipo de cuentos... Tantos como años tiene Caronte. Soy disléxica y disgráfica como John Irving, Roberto Bolaño, Wendy Wasserstein o Scott Fitzgerald... Y, millones de personas, a las que les cuesta aprender idiomas o confunden, por ejemplo, "niño" con "nicho". Pese a ello, tuve la suerte de ir a la universidad y licenciarme en Historia Antigua y Arqueología/Prehistoria. Colaboro en distintos medios digitales. Escribo cuando me inspiro y soy bloquera a ratos. He publicado dos novelas: Tinta amarga y Bovary 21. Habrá más: os lo aseguro. Van rulando por los cajones y me piden salir a la luz.

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