Mesa para dos. Por Juana Fuentes

MESA PARA DOS

Sobre la mesa desgranaba el pan
mientras con pulcra lentitud
se llevaba los trozos a la boca.
Un rebozo de provocación envolvía sus ojos
sin que en ningún momento los desviara de mí.

Las migajas quedaban esparcidas
en el mantel debajo de sus manos
con ligero descuido,
y yo no dejaba de imaginar
que lo que yacía sobre la mesa
bajo el ángulo poliédrico de su mirada,
debajo de sus manos,
derramada y deshecha
en multitud de restos de distinto grosor,
era mi alma.

Juana Fuentes

Blog de la autora

2 comentarios:

  1. Elena Marqués

    Alma tierna de pan, desmigada; a veces, endurecida por al aire y el tiempo.
    Precioso poema el que pones sobre la mesa.
    Un millón de besos.

  2. Mil gracias, querida Elena. Siempre es un gustazo contar con tus palabras de aliento.

    Más besos.

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