Letargo que se torna incertidumbre,
Conciencia que se hace desaliento,
Partícula ínfima de sentimiento,
Amparo del de del ser la podredumbre.
Cuando la inquietud del ser es su cumbre
Sus anhelos son como un fuerte viento,
Renuevan su entraña a cada momento,
De su interior fuego avivan la lumbre.
Sensación de que el alma amanece,
Cuando el sentir es al fin alborada
Ya su despertar nos rejuvenece.
La conciencia por el alma embriagada,
Espíritu que tras su embrujo crece,
Que se torna presencia ilusionada.
Miguel de Asén