Presiento que la luz.
A veces la mirada
persigue en la penumbra
la belleza de un mundo ya caduco
donde no existe el duelo.
Presiento que la luz es sólo un río
e imagino las sombras de la noche
más allá de la historia enfebrecida.
Me aquieto en la distancia de la luna
y busco interiormente
el aroma escondido
de una palabra suave, sin naufragios.
Ana Muela Sopeña
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