Y no llegas,
por más que te rezo,
por más que me hinco de rodillas…
Cómo quisiera
rajar de blancas
sombras
tu luz.
Cómo deseo
hundir de tus
sueños
mis pesadillas.
Cómo codicio
agotar de besos y
saliva
tu boca.
Para no sentirme
perra sin amo
que ladra dolor.
Para no nacerme
huérfana
que implora calor.
Para no morirme
de vieja loca
que grita tu amor.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Blog de la autora