Silencio
Silencio.
Nada.
Ni el color de los abismos.
Silencio.
Es el alma de la pena.
Es la nada que lo es todo.
Es diálogo de muerte.
Silencio,
y silencio,
y más silencio.
Arena con que riega el día a día.
Un corazón reseco en su esperanza.
¡Qué incómoda ironía
estar dispuesto a matar calladamente
este silencio atroz que me consume!
© Segismundo Fernández Tizón