Soneto del momento que se ha ido
Yo te tuve, mujer, te tuve un día
temblando entre mis brazos, tan hermosa
en esa oscura noche silenciosa
que al rayo de tu pelo se encendía.
Cuando un beso de luna florecía
mirando tras la brisa perfumada
tu desnudez… que se desvanecía
con el fragor de mi ansia descarada.
Yo te arranqué la piel como ninguno
en la quietud de un cuarto que, oportuno,
reverdeció al sentir tu dulce grito,
hasta este amanecer frío y austero
donde no está tu voz ni tu «te quiero»,
y está el dolor… que dejo en este escrito.
Marcelo Galliano
Argentina
Es muy dificil hacer un soneto pero casi imposible hacerlo tan bello. Enhorabuena.