A veces, las teorías
no siempre llevan la razón.
Tengo una deuda
contigo.
Cada vez que oigo
esta canción de Sabina,
la sangro…
Una deuda,
mi amor,
pero también
una duda:
no sé
si me quisiste
bien,
mire usted
por dónde.
No sé
si tus llamadas
interminables,
a cualquier
hora del día,
eran para amarme
o para saber
que era
tuya.
O si tus regalos
desbocados
eran para comprobar
que yo tenía
un precio
(de mierda,
claro,
porque pensar así
sólo puede ser
basura).
Y tengo la duda
exacta
(es muy fuerte
tener una duda
exacta)
de si tu forma
de amarme,
tan animal y
creativa,
era fruto
de tanta pornografía
consumida.
Ahora,
con este hombre
que apenas maneja
un móvil,
pero domina
la ternura,
soy feliz
(y lo amo más que a mí,
aunque duela).
Y no te lo digo
para joder,
no,
te lo digo
para felicitarme
por haberte
abandonado.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azúcar»
Blog de la autora
Me ha gustado mucho. Saludos
Qué intenso y qué claro fluye tu verso siempre, Yolanda. Cada palabra exacta, cada imagen se abren paso hasta lo hondo y uno se queda mirando los granitos de la piel erizada y en la comisura un rictus que no se sabe si es de asombro o de placer. Gracias.
Querida autora, creo q muchas mujeres nos sentimos identificadas con estas palabras tuyas.
Espero leer más de usted.
Un saludo de una nueva lectora de esta pag.