Aunque no quieras que conozca lo que escondes,
lo que tanto trabajo te cuesta disimular,
estás perdido,
adorable animal,
porque
yo lo sé…
La sabiduría no depende del intelecto,
sino del corazón.
Yo sé
que si te digo que
vuelvas ahora,
en este instante
en el que
tus voz
lapida aún
mis ojos…
Yo sé
que si te grito
que te des la vuelta
para amarme
(llevas tanto
tiempo pensándolo),
tres horas y
quince minutos,
por ponerle un
límite al
cuerpo…
Yo sé que
si te llamo y
sólo
pronuncio la palabra:
ven,
tú pararías,
por ejemplo,
además de tu
corazón,
el tren en
el que viajas
ahora mismo.
Pero no lo voy
a hacer.
Soy una
heroína
cobarde.
Yolanda Sáenz de Tejada
Colaboradora de esta Web en la sección
«Tacones de Azucar»
Blog de la autora
bueno, sencillamente me deleito leyendo los micro de la autora, Qué fluidez, qué concisión, brillan por sus elipsis y por lo amenos y gratificantes.