Presagio. Por Juan A. Galisteo Luque

 

PRESAGIO

 

Cruzó un cometa en el cielo
una noche perfumada,
por el jazmín, el romero,
el azahar y la albahaca.

*
La brisa callada y suave
besó despacio mi cara,
y la Luna allá en lo alto,
abrió sus ojos de plata.

*
Era una noche serena,
las estrellas alumbraban,
y en ese cielo infinito
cruzó la atmósfera diáfana.

*
Me quedé solo, en silencio,
pensando en tanta añoranza,
cuando un vil presentimiento
en mi interior se adentraba…

*
El amor ya se ha perdido,
<Lo comentan las campanas>
por un sueño vanidoso
lleno de odio y arrogancia.

*
Pregunté al entendimiento
<No me supo decir nada>
Intenté hablar con el viento,
y el aire no me escuchaba.

*
Solo se oía el sonido
ronco y lejano del agua,
de algún regato perdido
ó de una fuente cercana.

*
El pájaro de la vida
bebió despacio y con calma,
luego cruzó entre las sombras
antes de salir el alba.

*
Observo el llanto de un niño,
que con perpleja mirada
viene asustado y me dice:
<He visto palomas altas
volar a un campo desierto
donde mis manos no alcanzan>

*
¡No hijo mío! no son aves,
son fantasmas que te arrastran,
hieren tu pecho y te llevan
¡Huye corriendo! ¡Levanta!

*
Un ángel negro, ha batido
con maldad sus negras alas,
y esta sembrando la Tierra
de dolor, tristeza y lágrimas,
porque los hombres son crueles
y necias son sus palabras.

*
¡Vete deprisa, hijo mío!
¡Ten cuidado, no te caigas!
¡Hay tanto cuerpo tendido!
!Tanta sangre derramada!
No mires a los culpables
escondidos en las ramas,
están en tantos caminos….
¡Huye deprisa y escapa!

*
Cruzó un cometa en el cielo,
lejos la Tierra quedaba;
la Luna clara y redonda
cerró sus ojos de plata.

*
Me quedé triste, pensando
que aquello no lo soñaba.
En el árbol de la vida
colmó la gota en el agua,
derramando sentimientos
por llantos de pena amarga.

*
¡Grité al camino! -Se oyeron,
tristes mis vanas palabras-
¡Intenté hablar con el viento
y su brisa no encontraba.

*
Luego, desperté del sueño,
desde el Oriente observaba
el fulgor lento y rojizo
del Orto, anunciando el alba.

*
Era una luz misteriosa,
dulce, clara y sonrosada.
Aturdido en mi delirio,
me incorporé a la ventana;
una golondrina inquieta
a mi alféizar asomaba.

***

 

Juan A. Galisteo Luque

Accésit en el XXV certamen de poesía Proixita (Castellón) 2003.
Derechos registrados y fotografía del autor

 

2 comentarios:

  1. Amelia Chaves

    Enhorabuena poeta.
    Siempre dejándote herir, antes, por la Belleza y la contemplación majestuosa de la Naturaleza, que caer en la desesperanza de un Mundo en el que los hombres rinden culto a las sombras, la injusticia, y las acciones tan alejadas de la Paz.
    Un precioso poema. Mi aplauso.

  2. Juan A Galisteo

    Muchas gracias Amelia.
    Las personas humanas lejos de aprender de nuestros errores, que son muchos, tropezamos con el egoísmo y la ambición siempre al mismo triunfo, donde el más vil de todos ellos y el más cobarde es el conflicto armado, aquél que nos priva a todos de la felicidad, la libertad y el amor y, donde los más desprotegidos siempre pagan con un precio más alto su temor y desesperación.
    Un abrazo poeta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *