Cita con el Pasado. Por Estel

Cita con el Pasado

 

Se sentó en una banca el tiempo suficiente para que las aguas, como flechas turquesa y esmeralda, se levantaran en suspiros tardecinos, recordando naufragios y baladas. Lo esperó pensando en Vigo, en las últimas luces de la última jornada, un recuerdo agridulce impregnado de tierra mediterránea, y él vino al caer el sol, esa nota dorada y añorante en un cielo de clepsidras nubosas y de espigas flotantes. Se sentó junto a ella el Pasado Distante; habían hecho una cita.

Ella hacía mucho que no hablaba con nadie, y sólo ante los ojos comprensivos del Pasado abriría su corazón, una postrera vez, antes de desvestirse, y con los poemas de su beldad en los bolsillos, al mar lanzarse.

___ Sabes bien que he pecado___ le dijo___; he vivido mi vida atormentada por las cosas que hice… pero me he arrepentido.

Y el Pasado le dijo:

___ Aún no comprendes___: dejarás de existir por causa mía sin saber que mi hermano el Presente sufre por ti mucho más. Lo laceras ahora con tus obras mezquinas, y él, tan galante y fugaz, no permite que veas el pecado constante en que tropiezas hoy, sin que debas luchar para mirar atrás.

La mujer lo buscó, al Presente infinito. Admiró las facetas del Pasado tan gris, coronado de musgo, que paciente aguardaba, y al Futuro distante tras la puesta de sol. Pero no apareció.
cita con el pasado

___ Es extraño___ concluyó con voz queda___… lo llamo, quiero pedir perdón, y tu hermano me evita.

___ Es que una vez más, lo llagas a él pero a mí tornas.

Ella miró las olas. Se alzaban roncamente y golpeaban las piedras. Quiso saber qué se sentía, ser el agua y la roca.

Dos amantes que paseaban cerca vieron sólo una mancha azul marino que se incorporaba, se quitaba el abrigo y daba una zancada hasta el borde del muelle, para después precipitarse hasta el vacío. Y escucharon una voz alegre, que decía con sorpresa:

___ ¡Ah, conque estabas aquí después de todo!

Y vino la respuesta, una risa melancólica que pudo haber salido de la boca etérea de la brisa:

___ Siempre estoy aquí. Pero es condición de tu sangre que sólo a las puertas de la muerte, en el límite de mi reino intangible, puedes verme.

 

Estel

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