Inventario en la mañana / María José Marrodán. Por Pilar Gorricho del Castillo

Inventario en la mañana

INVENTARIO EN LA MAÑANA

María Jose Marrodán Gironés
Ediciones Torremozas
ISBN 978-84-7839-744-0
Ilustración de cubierta: Santiago Urirzarna García
Prólogo: Alonso Chávarri
Epílogo: Javier Casis

 

  María José Marrodán ( Logroño) tiene publicados, entre otros, los libros de poesía «Desde el corazón @ de la luna.com», «Guantes de extrañeza en las maletas», «Por un sutil instante», «Territorio de los días» o los relatos «Imprevisible Azul» y «La sospecha del día».

  También ha desarrollado tareas de coordinación editorial, entre ellas, «El Poder de la Palabra», que reúne colaboraciones de autores como Lorenzo Silva, Forges, Julia Navarro, Francisco Brines, para UNICEF, además de ser autora de las primeras novelas originales en Lectura Fácil, realizadas a nivel nacional.

  En su faceta como profesora y pedagoga terapéutica, ha publicado más de una treintena de obras sobre lectoescritura, tutoría y orientación para profesores, alumnos y orientadores, además de cuentos pedagógicos para niños en la editorial ICCE de Madrid.

Organiza y participa en diferentes festivales y actividades culturales, educativas y sociales.

  Recuerdo con exactitud la primera ocasión que pude percibir la naturaleza magnética de los versos de María José Marrodán, en aquella tarde estival donde presentaba su libro de poemas del sello editorial » Planeta Clandestino» en el Instituto Riojano de la Juventud de la capital que lleva por titulo «Por un sutil instante».

  Había leído algo de su obra, pero no la conocía personalmente y desde aquel día supe que me encontraba con alguien que adora hacer de la cercanía baluarte. Con una mujer, una madre, una esposa, una poeta incansable y candorosa que no se conforma con lo sabido. Rastreadora nata de sorpresas, María José Marrodán, me deslumbró por su facilidad a la hora de componer imágenes con el lenguaje como si de una fotógrafa de las palabras se tratase.

  Les hablo del año 2009 y la trayectoria poética de esta poeta, imparable, en la supremacía de la posición que prevalece, entiende el proceso como una sucesión de dos tiempos diferenciados: un primer tiempo de acumulación de diferentes experiencias y materiales, que puede tener una extensión temporal considerable, y un segundo momento donde todo ese cúmulo de información cuaja de repente en la elaboración de un poema. Y de ahí, de esa experiencia acumulada surge este «Inventario en la Mañana» como un testamento vital de todos los soles acumulados en la infancia.

  Desde su lucidez, la poeta es plenamente consciente de que la redención estética del mundo no es posible pero mantiene una férrea creencia en el papel de la poesía en su cosmos.

  Partiendo de evidencias existenciales, que le muestran a un tiempo la insondable y progresiva entrega del misterio real, la poeta se siente llamada a la receptividad y la donación de sentirlo.

  >Despliega una «atención» sobre su entorno y su propia corporalidad, que le permite descubrir a un tiempo su yo y el mundo que la rodea. Su afectividad le permite ahondar experiencias sensitivas para las cuales se halla especialmente dotada y reconocer su significado.

Así en el poema «Vivir con nombre propio» nos dice:

  (« Se trata de acertar y luchar/ de eso se trata/ De acertar con el minuto no vulnerable/ con luz exacta retenida en la pupila del mañana/con la melodía que aplaque la furia de los dioses/ con la carta astral que vote a tu favor/en los días de sol y ceniza/ )

  Todo un memorándum de sabiduría creadora y redención en un mundo de miradas y valores sensibles a la mirada de la poeta. Un punto de inflexión y reposo en su poesía; lo califica María José Marrodán donde la semántica de las palabras, su gramática y morfología, la grafía, el significado y significante del lenguaje científico y prosaico, trata de revelar el mundo subyacentes de significados emocionales y de gran maestría que, difícilmente, pueden expresarse de otra manera.

  («Tengo la edad apropiada para saber que hay más maldades que justicias/ y más mentiras que verdades en el árbol de los días/ Que obviar los domésticos engaños ahorran triviales sufrimientos / y denunciar los oprobios nos hace nos vender el alma a ningún precio»)

  De este modo tan sutilmente bello e impactante María José Marrodán nos expone sus vivencias fruto de una experiencia que llevada al lenguaje sensibiliza al lector y lo sumerge en la catarsis poética.

María José Marrodán

  Nunca se ha podido definir bien qué fue primero, si el pensamiento o el lenguaje, pero sí está demostrado, que no hay pensamiento sin lenguaje y viceversa, y que todo pensamiento viene precedido por una emoción.

  En el amplio conjunto de elementos que se aúnan para la escritura de un poema, la emoción personal (que suele venir de la vivencia de la experiencia) y los motivos culturales -dando a esta expresión su más amplio significado- suelen ir juntos. Creo, incluso, que siempre van juntos y siempre existen ambos. Un poema no se puede fabricar sin lenguaje, sin técnica, sin lecturas anteriores, sin palabras que -en la memoria- resuenan cargadas del significado que otros poetas les dieron antes

  Juan Ramón Jiménez apostilló: “La poesía, principio y fin de todo, es indefinible. Si se definiera, el definidor sería el dueño de su secreto, el dueño de ella, el verdadero, el único dios posible. Y el secreto de la poesía no lo ha sabido, no lo sabe, no lo sabrá nunca nadie, ni la poesía admite dios alguno, es diosa única de dios, por fortuna para Dios y para los poetas”

  Yo, tampoco sabría definir a ciencia cierta qué es poesía, ni el hecho azaroso de su concesión en el lenguaje en todas las cosas. Definir lo absoluto que al hombre, en su espíritu acontece y sublima; es una tarea vacua. La lógica aplastante de lo imponderable desoye los argumentos.

  Sabemos para o por qué escribimos aquellos que damos en llamarnos poetas; como así nos lo revela en este poema que lleva por titulo «Para no morir de frío» de gran magnetismo y belleza donde María José Marrodán, nos explica con imágenes contundentes y de hondo sentimiento para qué escribe ella.

  Y créanme si les digo, que está confesión desvela el gran misterio del alma despojada de lo superfluo. Entregada a la virtud onírica de la intuición abonada en la sapiencia del aprendizaje.

  («Para no morir de frío ni de inanición/ o de exceso de sueños/ o por derrumbe cabal de mi locura / Para no morir abrasada/ entre el hielo cortante de los ojos/ y los glaciares de dudosas loas/ y los traficantes de ilusiones/ y los apóstatas de la esperanza / y las garras inconmensurables de la avaricia/ y los ombligos cómplices del mal/ y las mortecinas lágrimas del sol/ Para no morir de frío/ escribo»)

  El ser humano y sus días; las personas que somos yo y el otro; el cuerpo y sus afanes, sus miedos, angustias, apetencias, aversiones, los espejos y abismos del yo, el armazón sonoro y vibrante del verbo y las palabras que se diluyen en un horizonte de silencios, silencios que, a su vez, revelan la otra cara de la realidad el lado oculto de las cosas del mundo; el vacío, y la intemperie del ser; los esfuerzos del hombre por encontrar una morada duradera en el lenguaje.

María José Marrodán

  Los vocablos apuntan al vacío, es decir, penetran el misterio, acceden por un instante al conocimiento de lo oculto, de lo desconocido: encontrándose el ser humano en la sombra, por la poesía alcanza la luz: la poesía es revelación; puerta de acceso al misterio, la poesía permanece cerrada para aquéllos cuya sensibilidad no está dispuesta a asumir ese salto al vacío que supone la experiencia poética.

  No es el caso de esta poeta riojana; María José Marrodán cuya obra se consolida en este «Inventario en la Mañana» intimista y acogedor donde en una cascada de figuras literarias excepcionalmente trabajadas y con la justa adjetivación nos ofrece su mundo, sus sueños, su infancia y lo más valioso que el ser humano nos puede regalar: sus recuerdos.

  Parafraseando a Paul Géraldý: «Llegará un día que nuestros recuerdos serán nuestra riqueza»

 Ese día ha llegado en la vida de María José Marrodán y tuvo la inmensa generosidad de no conformarse con hacer de la evocación; silencio.

 Tenemos la suerte de poder gozar con ella de ese cielo azul y esos soles de la infancia que luce en su sonrisa.

 Muchas gracias, poeta, mujer, amiga, por darnos a conocer todo un mundo de posibilidades en estos poemas plagados de tu esencia vital y ese reposo, tan necesario, tan humanamente dispuesto con el cual nos emocionas.

 El libro se puede adquirir en el siguiente enlace de Ediciones Torremozas

 

Pilar Gorricho del Castillo

pilargorricho

Pilar Gorricho del Castillo, nació en Logroño (La Rioja ) España el día diez de marzo de 1961. Poeta clásica en sus composiciones ha editado tres poemarios y participado en diversas antologías clásicas y de verso libre. Los retazos de mi alma es su primer poemario en Girasoles de asfalto combina el verso clásico con la rima blanca o libre. Y el vacío de los plenilunios todo escrito en verso libre. Cuenta con diversos reconocimientos poéticos. Escribe por satisfacción personal y según sus propia frase: “ No escribo poesía para vivir, la escribo para no morir”.

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