«Todo parece ir contra el pensamiento, contra el compromiso, contra el conocimiento y la verdad. La tecnología nos roba el «tiempo humano» y nuestras últimas «dosis de sentido». Miramos los móviles como si viviéramos en la fiebre del oro y casi todos parecemos estar participando en el reparto de un alimento estúpido y gregario. Hasta la atención misma, que es una manifestación suprema de la generosidad humana, se ha convertido en la mercancía más traficada y más preciada de la actualidad. Casi todo trabaja para robárnosla o comprárnosla a puñados. Y no nos damos cuenta, pero todo eso está convirtiendo poco a poco nuestra existencia en una estafa piramidal».
Miguel Sánchez Robles