Un nuevo año
Siempre que acaba un año hacemos repaso de todo lo vivido el año que finaliza. Analizamos lo que pudo depender de nuestras decisiones y lo que escapa de nuestra voluntad. Esto lo sobrellevamos cómo podemos, sabiendo que nada se puede hacer frente a ese fatum implacable, que nos recuerda lo que somos: pobres criaturas venidas a soñar una vida, hasta que «alguien» nos invite a danzar, sin posibilidad de negarnos. Entonces quien se creyó Dios descubrirá que sus pies son de barro.
Dicho esto, siempre cabe la esperanza y el amor para colorear la vida. La humanidad avanza gracias a nuestra capacidad de sobreponernos a lo inefable. Aunque el año que termina se bosqueja preocupante, cojamos fuerzas e ilusión para iniciar el nuevo año 2020 y podamos darle la vuelta a lo que de nosotros dependa.
Mis mejores deseos para el 2020.
Carmen Pita