Un poema de hace años.
Si alguien me preguntara algún día
¿cómo eras, quién eres?,
no sabría contestar.
De puertas hacia fuera
fui sumisa.
En aquellos tiempos
las cosas pintaban mal.
Te urgía la libertad, pero
eras prisionera de guerra.
¡Aquí se hace lo que yo digo!
Te ataban la rebeldía y
la sangre avanzaba por tus venas
en ángulo recto, muy recto.
A cámara lenta.
Campo a través.
A cielo cerrado, oscuro.
Coleccionábamos naufragios.
Los trastornos se hacían evidentes
justo en el centro del cerebro,
como una letanía invocando
lo que nunca llegaba.
En contadas ocasiones
te volvías hechicera,
te ungías carbón,
acudías al campo de batalla
y te crecían muros entre los dedos.
Muros infranqueables,
como rocas inmensas
cortándote el paso,
aislándote de ti,
de la libertad.
Puri Teruel Robledillo