Pájaro desorientado. Por Juana Fuentes

Pájaro desorientado

                                     A Ramón Ataz

Ayer se fue contigo el viento,
se fue por un instante,
pues quiso regresar
y quedarse a mi lado
fijándose a mi piel
como se adosa un soplo tenue
o un ligero y apremiante
escalofrío.

Le pedí que te buscara,
y que como a un pájaro
te guiara a través del ofuscado universo,
apostado en tu nuca como biblia sagrada
sobre la que yo podría prestar
todos mis juramentos.
Y podréis encontrar, tú y el viento,
antes de que resuelva extinguirse,
ese azul que chispea como un artificio
inventado por la naturaleza
incrédula.
No te aflijas: seguirá siendo el gris
el color de los ojos de tu madre.

Ahora quiero hallar
un pájaro desorientado
y aquietarle el frío con mis manos
inundando de calor su pecho,
mientras hilo con tus poemas
la seda de mis arrinconadas oraciones,
cual oruga que segrega minuciosamente
sus hebras para edificar
su morada con ellas.

© Juana Fuentes

Blog de la autora

Un comentario:

  1. Elena Marqués

    Un poema para leerlo con calma, varias veces, para disfrutarlo y querer ser pájaro desorientado y encontrar así cobijo en el calor de tus versos y en el hilo tenaz de tus oraciones.
    Hermosísima la adjetivación de la naturaleza incrédula.

Responder a Elena Marqués Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *