(Recitado por Juan Sáez)
Eros
Déjame que recorra
la breve geografía de tu cuerpo,
la esbeltez de tu cuello,
el pesar de tus párpados,
la muda boca que se enfrasca
en besar las palabras que no digo.
Déjame que penetre
tus huecos inefables,
tu sonrisa y tu vuelo,
la imagen escondida de otros besos antiguos
que eran míos a veces,
que eran amargos otras.
Tu voz me sabe a campo,
al despertar inquieto
de un cuerpo que dormía desasido.
Coge las manos firmes
que ahora solo acarician,
que en placeres sublimes te trasportan
y en los adioses breves te apuñalan.
Déjame que te beba,
que me suba a tu espalda,
que cabalgue tus senos,
que recorra los labios que me ocultas,
que te vertebre el pelo
y huela tu inquietud
por mi olvido improbable.
(Como si Olvido fuera
opción posible para seguir viviendo.)