El célebre ensayista, profesor y narrador italiano Umberto Eco, que sedujo a millones de lectores en todo el mundo con su primera novela, El nombre de la rosa, ha fallecido a los 84 años en su domicilio.
Nació en la ciudad de Alessandria, en el norte de Italia. Su padre, Giulio, fue contable antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando fue llamado a servicio en las fuerzas armadas. En ese momento, Umberto y su madre se mudaron a un pequeño poblado piamontés. Eco recibió educación salesiana.
Hombre con fe en la humanidad y sabio de conocimientos enciclopédicos, fue Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 2000. Era el reconocimiento a muchos años de contribución al pensamiento europeo. Publicó en 1968 La estructura ausente, que le llevó a una nueva obra más completa sobre semiótica, el campo que más controlaba, Tratado de semiótica general, que vio la luz en 1975.
«Las sombras contribuyen a que la luz resplandezca mejor.»
Acumuló la nada despreciable cifra de 38 doctorados Honoris Causa, pero se fue sin celebrar el Nobel, el que le hubiera dado comunión perfecta con su público. Su entrada en el planeta del saber enciclopédico se escribió con Apocalípticos integrados (1964), un compendio donde conceptos semióticos desvelaban el complejo mundo de la comunicación de masas.
Desde aquí mi recuerdo y mi pésame por este gran sabio de nuestra época.
Destacar su extensa obra literaria y su extraordinario conocimiento sobre la comunicación de masas e internet; su defensa del comic y la literatura juvenil y sobre todo,su gran difusión de la cultura Universal.
D.E.P Umberto Eco.