Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) es el ganador del Premio Nadal de Novela 2016 con La víspera de casi todo, una intriga psicológica sobre la identidad articulada sobre potentes personajes que huyen de su pasado. Con ella, este escritor y antiguo mosso d’esquadra, triunfador en Francia antes que en España, se adjudicaba el decano de los galardones literarios españoles, que falló anoche su 72 edición. La presentó con el título provisional de Cruce de olvidos y bajo el pseudónimo de Aurelia Ballesteros. Se lleva gracias a ella una bolsa de 18.000 euros, incluye su nombre en el brillante palmarés del Nadal y toma el relevo de José C. Vales, ganador en 2015 con Cabaret Biarritz.
En los límites del género negro y la intriga psicológica, la novela ganadora se conforma con una galería de potentes e inquietantes personajes. No en vano, Del Árbol ha sido descrito en Francia como «el autor del miedo psicológico». Dibuja unos poderosos caracteres que luchan contra sí mismos tratando de huir hacia delante y cuestionando la esencia de su identidad, preguntándose si son lo que creen ser, o lo que los demás quieren que sean.
«He intentado crear un universo en el que todo es posible en un pueblo de la costa gallega en el tiempo que va del ocaso al alba. Es la historia de gente que no se resigna y que está dispuesta a cambiar. Vidas que son como árboles que tienen raíces en el agua.»
Paola es la protagonista del relato, una mujer de clase alta que huye de sus fantasmas hasta llegar a uno de los confines del mundo. Y es que será en la gallega Costa da Morte, en el límite noroccidental de la Península, donde contacte con otros seres en su misma situación. Personajes que, como ella, «viven atrapados en el abismo de un pasado turbulento y difícil de olvidar», según el primer avance de los editores. «Cuando sus vidas y olvidos se entrecruzan, nadie quedará a salvo», anticipan.
Del Árbol fue mosso d’esquadra desde 1992 hasta 2012. Desde entonces, se dedica en exclusiva a la literatura. Cursó estudios de Historia en la Universitat de Barcelona, colaboró dos años como locutor y comentarista en el programa radiofónico de realidad social Catalunya Sense Barreres. Sostiene, con todo, que no fabula sobre los casos que vivió como policía, sino sobre las emociones que su labor generaba. Siempre escribe sus novelas a mano y no las inicia hasta tener el título.
Se dio a conocer como narrador con El peso de los muertos, novela elogiada por la crítica con la que ganó el Premio Tiflos en 2006. Fue finalista del XIII Premio Fernando Lara en 2008 con la inédita El abismo de los sueños. En 2011 publicó La tristeza del samurái. Traducida a una decena de idiomas, fue todo un éxito de ventas en Francia, donde fue reconocida por la crítica y obtuvo varios premios, entre ellos, el Polar Européen 2012 a la mejor novela negra europea otorgado por Le Point en el Festival de Novela Negra de Lyon.