Luis Alberto de Cuenca, Premio Jaime Gil de Biezma de poesía.

 

Luis Alberto de Cuenca

 

Luis Alberto de Cuenca, Premio Jaime Gil de Biezma de poesía.

  La Diputación de Segovia entregaba este 1 de febrero el premio de poesía Jaime Gil de Biedma, en su trigésimo tercera edición, y que ha recaído en el poemario «El secreto del Mago» de Luis Alberto Cuenca, uno de los mejores poetas vivos en lengua española. Fue el presidente del VI Certamen de Narrativa Breve  de este portal en el año 2009 y del que guardamos un gratísimo recuerdo.

Autor de poemarios y novelas, traductor, investigador, pensador, Cuenca es, ante todo, un redescubridor de tesoros bibliográficos. Lo es desde una transversalidad apabullante, lo mismo saca a la luz textos bizantinos que recopila literatura popular y cuentos de terror del XIX. Ciencía ficción y novela fantástica, poesía trovadoresca  y letrista de Loquillo o la Orquesta Mondragón. Calidad y cantidad, pues en su haber habrá al menos de un centenar de obras entre poemarios, ensayos y novelas.

  “Me atrevería a decir que su gran truco, su gran ilusionismo, su gran magia es que nos confronta con la gran misión que tenemos todos los seres humanos que vivimos en este planeta azul, que es resucitar cada día; lograr, a través de la palabra, una resurrección constante” apuntaba, por su parte, Juan Manuel de Prada, coordinador del Jurado.

  Cuenca suma a su ya extenso currículum un premio, dotado con 10.000€, el Gil de Biedma. “Es un poemario típico mío, con varias voces; más trágica, más cómica, más profunda, más superficial que se alinean todas en este libro”, señalaba y reconocía  la influencia que Jaime Gil de Biedma y Antonio y Manuel Machado han tenido en su escritura, admitiendo que «El secreto del mago» “obedece a una querencia antigua mía que era ganar este Premio Jaime Gil de Biedma de Poesía”.

 

Amalia Martínez

Amalia Martínez, finalista

El accésit, dotado de 3.000 euros, fue para Amalia Martínez Muñoz, autora de «La aguja incandescente», que  afirmaba parecerle “milagroso que, entre todos los poemarios que se presentan, haya sido elegido el mío”. “Para mí el premio gordo es poder publicar”, señalaba Amalia Martínez Muñoz, haciendo hincapié en que “la poesía es una mirada que se hace palabra, que hace un recorte de lo real, un zoom, y lo convierte en palabra para compartirla”.

 

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