Pocos españoles no sabrán quiénes son Mortadelo y Filemón. Los personajes creados por Francisco Ibáñez, el dibujante queha fallecido este sábado en Barcelona a los 87 años, son de los más relevantes del panorama español. Muchos niños crearon hábitos de lectura desde pequeñitos a través de sus personajes e historias rebosantes de aventuras e imaginación que son objeto de colección de muchos de esos niños, ya adultos, que las atesoran con especial cariño.
Creador de Mortadelo y Filemón, el archiconocido dúo de superagentes patosos, entre otros míticos personajes como Rompetechos, Pepe Gotera y Otilio, El Súper, Ofelia, el Profesor Bacterio, y El Botones Sacarino. El desastroso cuartel de la T.I.A., parodia de la C.I.A., cuyas siglas resumen el nombre Técnicos de Investigación Aeroterráquea y la comunidd de vecinos 13, Rue del Percebe que forman parte de la memoria emocional de muchas generaciones. Incluso en países como Alemania, bajo el título ‘Clever & Smart’, han sido todo un fenómeno. Sus criaturas de papel forman parte de nuestra cultura popular y han sido traducidas a multitud de idiomas por todo el planeta.
La historia de la picaresca nacional se ve reflejada en cientos y cientos de historietas repletas de gags visuales excepcionales. En cada rincón de cada viñeta hay algo. La chapuza, el enredo y el malentendido campan a sus anchas en busca de la sonrisa en numerosas aventuras impredecibles.
Siempre risueño, incansable frente al tablero de dibujo, su último libro, ‘Mortadelo y Filemón. Mundial de baloncesto 2023’, se ha publicado este año. Ibáñez creció con los tebeos de ‘El guerrero del antifaz’ y publicó su primer dibujo en la revista Chicos en 1947, con solo once años.
Hay luces y sombras en su trayectoria de gigante. Con más de 50.000 páginas firmadas a sus espaldas, manteniendo el nivel en el trazo, tuvo que tener en algún momento algún asistente en su trabajo, pero nunca dejó de atender con simpatía a sus seguidores. «Mis premios los recibo cuando firmo: ese niño que ha estado ensayando a la noche lo que me iba a decir y se queda sin habla; ese abuelete que quiere que le firme para el nieto y en realidad es para él», contaba en 2007, cuando le rindió homenaje el Salón del Cómic de Getxo.
Recibió muchos premios a lo largo de su carrera, entre ellos la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2001 y el homenaje de La Risa de Bilbao, embrión del Festival JA!. Sin embargo, ha fallecido a los 87 años sin el Premio Princesa de Asturias que pedían a gritos sus amigos y lectores. Una de tantas injusticias culturales para el mundo de las viñetas.
Descanse en Paz.