PATAPALO. Por Rafael Borrás Aviñó
Al sentarse, le surgía por encima del calcetín una pierna de madera de un ocre almendrado, y a él no parecía importarle que se le viera. Su nombre real era incierto, por mucho que firmara como Julio Perales. Nada raro: vaya usted a saber…, oliendo aún las calles a la…