Vuelos cortos. Por Salvatore Branchina

Lo que quiero contar es la historia de un martillo de acero con mango recubierto de piel, llamado Marti. Su dueño no podía ser otro que Pedro, el carpintero del pueblo. El único carpintero. El que se reunía en la única taberna del pueblo y, allí con los amigos, contaba…

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