Esta mañana me he despertado en Madrid con la triste noticia de la muerte de Juan Gelman que nos deja a todos un poco más huérfanos. Huérfano de hijo y de nieta durante mucho tiempo a causa de la locura desalmada y perversa de la dictadura argentina que lo exilió de su país y casi de la vida, el refugio último de Juan Gelman siempre fueron las palabras. Las palabras del poeta de los ojos tristes. Las palabras del hombre que habló de la desesperanza por mantener la esperanza de recuperar a su nieta, como finalmente pudo hacer.
Hoy he viajado en AVE tratando de recordarle, de releerle. Al llegar a casa, he retomado el placer de volver a sus poemas, casi como una necesidad, como una obligación, como un tributo. Me he permitido la libertad de compartirlo con vosotros.
Su epitafio, que me parece commovedor:
«Un pájaro vivía en mí. Una flor viajaba en mi sangre. Mi corazón era un violín. Quise o no quise. Pero a veces me quisieron. También a mí me alegraban: la primavera, las manos juntas, lo feliz. ¡Digo que el hombre debe serlo! Aquí yace un pájaro. Una flor. Un violín». Juan Gelman
Y un bello poema que a mi me ha fascinado siempre:
«Esa mujer se parecía a la palabra nunca,
desde la nuca le subía un encanto particular,
una especie de olvido donde guardar los ojos,
esa mujer se me instalaba en el costado izquierdo.
Atención, atención, yo gritaba atención
pero ella invadía como el amor, como la noche,
las últimas señales que hice para el otoño
se acostaron tranquilas bajo el oleaje de sus manos.
Dentro de mí estallaron ruidos secos,
caían a pedazos la furia, la tristeza,
la señora llovía dulcemente
sobre mis huesos parados en la soledad.
Cuando se fue yo tiritaba como un condenado,
con un cuchillo brusco me maté,
voy a pasar toda la muerte tendido con su nombre,
él moverá mi boca por la última vez».
Podéis rememorarlo en este espléndido recital que tuvo lugar en Barcelona, gracias al Festival de poesía y a sus directores Eduard Escoffet i Martí Sales: https://vimeo.com/27709551
Sostuvo en el poema que he escaneado que los poetas se morían de vergüenza y que la posteridad no los recordaría, pero nosotros ¡vamos a recordarle!
Y, finalmente, os dejo los terribles y al mismo tiempo reveladores versos con que le he despedido esta mañana, de En abierta oscuridad:
«¿oíste, corazón? Nos vamos
con la derrota a otra parte
con este animal a otra parte
los muertos a otra parte
que no hagan ruido, callados como están
ni se oiga el silencio de sus huesos
sus huesos son animalitos de ojos azules
se sientan mansos a la mesa
rozan dolores sin querer
no dicen una sola palabra de sus balazos
tienen una estrella de oro y una luna en la boca
aparecen en la boca de los que amaron
pasan noticias de sus sueños
arrastran sus lágrimas con un pañuelito detrás como barriendo el padecer
como no queriendo mojarlo
para que el padecer estalle y arda y haga asiento donde sentarse a pensar otra vez
nos vamos, corazón, a otra parte
hace mal que no podrás sacar los pies de la tristeza
aunque es tristeza que besa la mano que empuñó el fusil y triunfó
y tiene corazón y guarda en su corazón una mujer y un hombre pasando como tigres por el cielo del sur
una mujer y un hombre como tigres enjaulados en la memoria del sur
besando hijitos que nunca más van a crecer y ahora cosen
la tierra al aire, cosen tu corazón, corazón, sus animales
vámonos con esta perra a otra parte
no tenemos derecho a molestar
nuestro solo derecho es empezar otra vez
bajo la luz del sol sereno
los límites del cielo cambiaron
ahora están llenos de cuerpos que se abrazan
y dan abrigo y consolación y tristeza
con una estrella de oro y una luna en la boca
con un animal en la boca mirando el centellear
de los compañeritos que sembraron corazón
y levantan su corazón ardiente
como un pueblo de besos».
Se ha ido, Juan Gelman, a otra parte… ¡Descanse en paz, maestro!
Presidenta del VII Certamen de Narrativa Breve 2010
Yo también, a mi manera, quiero recordarlo con uno de sus poemas.
«El juego en que andamos»
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta salud de saber que estamos muy enfermos,
esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
esta inocencia de no ser un inocente,
esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría
este amor con que odio,
esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores,
que me juego la muerte.
Impresionante la profundidad de sus versos.:)
Hola, muy buena manera de recordar a un gran escritor. Si es posible quisiera discutir con el significado e interpretación del último poema que publicaste con alguien que sabe del tema. Espero su respuesta y lo más pronto posible, si fuera tan gentil. Gracias