Mujeres inspiradoras. Mensajes de amistad. Por Luisa Núñez

Mujeres inspiradoras

Sin la amistad, el mundo es un desierto.
Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico

2015

Un mes de abril de 2015, hace dos años, recibí una hermosa invitación al «cumplevida» de Yolanda Sáenz de Tejada y Vazquezdemimadre que ella celebra cada año en Linares (Jaén). Sólo mujeres inspiradoras, como siempre dice. Algo tan sugerente que sin duda apetecía y mucho.
Era un momento frágil para mí, físico y emocional, y los 322 kilómetros que me separaban del punto de encuentro me parecían una barrera insuperable, hasta el punto de que, a pesar de hacerme una enorme ilusión compartir ese día con ella, no encontraba la fuerza ni para planteármelo siquiera. Apenas salía de casa, algunos pequeños paseos de pocos minutos y siempre acompañada. El tratamiento en curso no me permitía conducir y mi ánimo no era precisamente festivo, muy al contrario.

Pasaban los días y Yolanda me animaba: «Te cuidaremos, no te preocupes». Mi familia, viéndome al fin ilusionada por algo, puso en marcha los recursos necesarios para que me sintiera segura en el empeño y así, de pronto, ese viaje se me presentaba como posible. Y fuimos. Recuerdo perfectamente como el paisaje que íbamos atravesando me resultaba tan hermoso como si fuera la primera vez que viajaba, saboreando cada detalle, casi saludando al horizonte montañoso, a los miles de olivos que lo pueblan  y ellos a su vez, estuvieran dándome la bienvenida.

Aquel desplazamiento fue un peldaño importante en el retorno a la esperanza. No sólo aguanté bien el viaje y disfruté de ese hermoso encuentro, conocí a mujeres espléndidas como Puri Teruel Robledillo, las hermanas de Yolanda y tantas otras que ya son también amigas mías. Volví a casa con una energía renovada que me trasmitieron con su atención todas aquellas mujeres especiales, pero sobre todo la anfitriona, Yolanda, que me arropó especialmente haciéndome sentir tan bien que, finalmente, la sonrisa se instaló en mi rostro con alegría y satisfacción por haber podido vivir tan bonita experiencia.

«No es tan importante el motivo por el que un amigo piensa en ti, importa el valor inmenso que ese mensaje de amistad representa para ti en un momento determinado».

2016

En abril de 2016, de nuevo con cierta incertidumbre, pero con mucha más ilusión por el reencuentro, volvimos a Linares. Escogimos otra ruta, otro paisaje, otra aventura. En esta ocasión hicimos noche en Santiesteban del Puerto, en casa de una muy querida amiga «Arizae», el nombre que reconocerán los bucaneros que iniciamos el Canal Literatura en el año 2000. Un reencuentro de lo más entrañable y emotivo tras varios años de mensajes virtuales.

Ya en Linares, inmersas en el «cumplevida» 2016, se produjo el reencuentro esperado con abrazos, confidencias, risas, fotos, nuevas mujeres inspiradoras. En el mejor ambiente y entre las mejores viandas que Yolanda prepara personalmente cada año para todas nosotras. Un tremendo esfuerzo para atendernos con todo lujo de detalles, todos y cada uno, hechos con amor y productos naturales. No hay mejor receta para el éxito de una reunión tan especial.

Otro reto conseguido, otro peldaño a la esperanza, ya con más fuerza, con más ánimo, con más impulso, con mucha más alegría. Es verdad que nuestra amistad se mantiene en la distancia cotidiana, pero siempre inmersa en un intercambio intenso de emociones entre los poemas que Yolanda me envía cada semana y los mensajes con los que contesto. Con llamadas ocasionales, audios improvisados siempre llenos de interés, noticias de última hora, comentarios improvisados. Así nos mantenemos permanentemente en contacto y al tanto de nuestras cuitas y avatares.

«Un pequeño gesto generoso y amable por nuestra parte puede ser el desencadenante de otros muchos gestos  que prenden en otras personas, movilizando energía positiva ».

2017

Este año el reto de acudir al Linares se presentaba más complicado, ninguno de mis tres chicos podía acompañarme por razones laborales así que, si iba, tendría que ir sola, conduciendo, despacito y con más etapas. Con todo preparado aún tendría que esperar al último día para ver en qué condiciones físicas se presentaba el día y si el ánimo estaba dispuesto a acompañarme.

Cierto es que este último año ha estado presidido por una mejoría progresiva tras terminar el tratamiento y un gran esfuerzo por fortalecerme, disfrutando como una cría traviesa subiendo escaleras, haciendo ejercicio y paseando hasta llegar a hacer dos kilómetros de un tirón. Un lujo que he celebrado como un privilegio recuperado tras mucho tiempo vedado por mi precaria salud.

Llegó el día. Cogí el coche y emprendí el camino. Un viaje tranquilo, sosegado, con multitud de paradas en cada rincón hermoso, un pantano,  unas flores llamativas, un paisaje amplio, un cartel de carretera, en Baza, en Úbeda… disfrutando de todo. Llegué a Linares a tiempo para estar en la Feria del Libro inaugurada ese mismo día,  7 de abril, cargada de libros del Canal Literatura para repartir a lo largo del camino y de nuevo para encontrarme en una fiesta de amistad, en torno a Yolanda y sus «musas» en su «cumplevida», por tercer año consecutivo.

Al encontramos cada año, aumenta la complicidad entre todas, las conversaciones son más profundas e intensas o emotivas y el desparpajo y las risas más francas y festivas. Cantamos, bailamos, y charlamos de todo lo humano y lo divino. Las que se incorporan enseguida se ven inmersas en la confianza de estar entre muy buena gente acogedora y sencilla. Como siempre, disfrutando de una comida muy especial y un lugar ambientado para crear esa magia que une. Confortable, cálido con infinidad de objetos únicos, siempre con el toque personal de su dueña que rebosa energía trasformadora; da igual si es una caja, una silla, una vasija o una moto. Incluida la vajilla más tradicional,  todo tiene lugar en el conjunto, que resulta armónico y sugerente.

Yolanda es una anfitriona excepcional, en eso coincidimos todas. Pero lo más importante: todas palpitamos en su emoción al igual que ella palpita en la nuestra.

Esta fue la última foto que nos hicimos esa noche antes de dejar la reunión y partir a otra nueva aventura que ya os contaré otro día. Nos abrazamos, con el deseo de próximos reencuentros y nos llevamos en el bolso  un poquito más de energía para afrontar, un año más, nuestras particulares batallas.

Quiero dejar aquí mi agradecimiento a Yolanda, a su familia y a todas las mujeres inspiradoras que la rodean. Porque tengo que decir que no es tan importante el motivo por el que un amigo piensa en ti, importa el valor inmenso que ese mensaje de amistad representa para ti en un momento determinado. Pocas veces somos conscientes de que un pequeño gesto generoso y amable por nuestra parte puede ser el desencadenante de otros muchos gestos  que prenden en otras personas, movilizando energía positiva, dejando huellas indelebles e importantes en sus vidas. Que todo lo que hacemos y como lo hacemos, de algún modo, repercute en nuestro entorno generando acciones y ambiente positivo, creativo e inspirador o todo lo contrario.

En este caso, para mí, estos encuentros han sido no sólo inspiradores, sino un estímulo para creer de nuevo, para poner más esfuerzo en recuperarme y seguir adelante, ir consiguiéndolo poco a poco, aunque las circunstancias fueran más que difíciles, y además compartirlo también con ellas. Y ese reto amistoso tiene el valor que para mí representa: infinito. Momentos que viven en mi corazón, pues de bien nacido es ser agradecido y que guardo con el mismo cariño que Yolanda me brindó desde el primer día.

Gracias querida amiga, genial, única e inspiradora, por estar siempre cerca, no importa los kilómetros que nos separen. Siempre llegará el momento de fundirnos en un abrazo, en Linares, en Madrid, en Murcia o donde Dios quiera.

Y que podamos disfrutarlos muchos años.

Luisa Núñez

CEO del Portal Canal Literatura
Especialista Universitario en Sistemas Interactivos de Comunicación