Crónica de una noche literaria.
La noche comenzaba a deslizarse por la ciudad cuando llegué al Hotel Numancia. Aún no eran las nueve. En el salón donde iba a celebrarse el evento no había más que dos miembros del canal Literatura preparando la retransmisión radiofónica y Anamapola, Gakusei y Lur, las dos primeras una como secretaria del certamen y otra como administradora del canal literario, y Lur en representación de ciberanika.com, lugar habitual de las tres. Fue un placer llegar y encontrarme con gente conocida.
Poco más tarde se añadió Chinitoti, provista de un humor desbordante y de una bolsa de la que sustrajo tarjetas identificativas con el nick de cada uno. En solapas, cinturillas y cuellos, aquellos trocitos de plástico pusieron cara a los personajes virtuales.
Se habían preparado tres mesas redondas para diez comensales cada una, y frente a cada plato fue colocado un paquete rectangular y plano. Un obsequio de los organizadores, pensamos todos.
Un goteo constante de gente, que se fue añadiendo a la reunión. Anamapola tomaba notas, recibía a los recién llegados, repartía tickets para bebidas y un sorteo de libros… no paraba. Yo me limitaba a contemplar el ir y venir de aquellos personajes de los que nada sabía hasta ese instante.
Apareció Haddass, nos saludó efusivamente, comentó que se echaba de menos la presencia de Anika, tomó algunas fotos y se sumió en la vorágine del acontecimiento.
Los últimos en incorporarse fueron los miembros del jurado: José Antonio Hernández y Pablo Pérez. Sólo faltó José Belmonte, quien finalmente no pudo asistir.
Con media hora de retraso respecto a la prevista, nos sentamos a cenar. Abrimos los envoltorios y nos encontramos con una agradable sorpresa: un plano de Murcia, una guía, un abanico y un bolígrafo con el logotipo de la Comunidad. El próximo año, comentaron, se celebrará en esa ciudad y ya iban preparando el terreno.
Ensalada de lentejas y langostinos, espalda de cordero al horno, profiteroles con chocolate, café y copa, todo amenizado con charlas, risas y anécdotas. Y los muchachos del canal 41 y pico que no lograban hacer funcionar el ordenador y que apenas tuvieron tiempo de cenar, ocupados como estaban en conseguir conexión a internet.
Cuando los estómagos estuvieron llenos, Moquerita y Branchi, del canal Literatura, cogieron el micrófono (solventado ya el problema de comunicación) y dio comienzo el acto para el que nos habíamos reunido todos allí. Con simpatía y buen humor, como si fuese la entrega de los Óscars, agradecieron el trabajo de los participantes, jurado y organizadores y tuvo lugar la entrega de premios.
Tercer clasificado: «La máquina» de John Donne, premio que, al no encontrarse presente el autor, recogió Anamapola.
Segundo clasificado: «Implacable (¿con quién has estado hablando, Marcos?)» de Hekêbolos. Un señor, en cuya tarjeta identificativa figuraba el nick «El cubo», acudió a retirar el trofeo. Reconoció no haber escrito un relato en su vida y que en esta ocasión lo había hecho para apoyar al canal en su iniciativa, que agradeció elocuentemente. Unos minutos más tarde él mismo descubrió que su verdadero nick era Messala y algunas bromas anteriores tuvieron por fin su explicación.
El Sr. Pablo Pérez pronunció unas palabras acerca del relato, alabó su prosa y el tema en él tratado: el chat, que a fin de cuentas era el medio a través del cual nos habíamos conocido.
Primer clasificado: «Más allá de hoy está hoy» de Romano Prieto. En ausencia de su autor, lo recogió Etnia, del canal Literatura. En esta ocasión le tocó el turno al Sr. Jose Antonio Hernández. Reconoció la calidad narrativa del trabajo ganador y la originalidad de la historia. E incluso leyó un poema que confesó haber escrito la noche anterior, mencionando los relatos finalistas.
Tras el sorteo de los tres libros, entre los que se encontraba un ejemplar de «Los íberos» de Eslava Galán, dio por concluidoel acto de entrega de premios.
Haddass agradeció el esfuerzo de todos, tanto del grupo de lectura como del jurado, organizadores y en especial la labor de Anamapola, digna de mención. Tuvo también un recuerdo especial para Anika y su colaboración en el proyecto. A su lado
nos situamos los dos representantes de otros canales: el de cultura y el de ciberanika.com, y también estaban allí los miembros del cuarto canal presente: Radio 41 y pico.
Por último, Anamapola entró en escena. Alabó la iniciativa del canal y el hecho de que la literatura sea un vehículo idóneo para la comunicación y el encuentro y, tras sus palabras, quedó clausurada la parte formal del evento.
Otras personas se habían unido a la celebración durante el café, y algunas más lo hicieron en los minutos posteriores, incluidos otros miembros de la página de Anika. Felicitaciones, risas, conversaciones… y la noche continuó en la sala Bikini, entre bailes y copas.
Pero esa… esa ya es otra crónica.
Shamyra